24 de junio de 2020 EL carta DEL OBISPO
Mi querido pueblo de Dios,
Antes de empezar, permítanme expresarles mi aprecio por su disposición, fidelidad y preocupación por el prójimo que han demostrado ante la respuesta de nuestro mundo hacia la pandemia de COVID-19. Nuestros líderes cívicos y funcionarios de salud pública han indicado que estamos progresando significativamente contra la enfermedad y, sin duda, los sacrificios que hemos hecho en la práctica pública de la fe son parte de ese progreso.
En las últimas semanas hemos disfrutado la reanudación de la celebración pública de la Misa, en incrementos y con medidas, en toda la Diócesis de Nashville. Aun así, seguimos estando lejos de la "normalidad" a la que todos estábamos acostumbrados.
Como recordarán, la dispensa de la obligación de asistir a las Misas Dominicales y de DíaSantos y la cancelación de reuniones no litúrgicas siguen vigentes hasta el 30 de junio. Para animar a todos a seguir ejerciendo un prudente cuidado de sobre su salud, bienestar y caridad hacia los demás, extiendo la dispensa de la obligación de asistir a la Misa Dominical y de Días Santos hasta el 3 de agosto.
Aunque se han reanudado las Misas públicas, animo a que las personas vulnerables, enfermas o en riesgo o preocupadas por contraer o propagar enfermedades, se abstengan de asistir a Misa. Aquellos que opten por asistir a la Misa deben observar todas las pautas relativas al distanciamiento social e higiene diligente. Continuaremos proporcionando recursos para el crecimiento en su vida de fe, y oportunidades para ver las celebraciones de la Misa en línea. Asistir a Misa durante un día de la semana también puede ser una buena manera de participar en el culto público en un entorno más pequeño y socialmente distanciado.
En colaboración con las regulaciones cívicas graduales, que actualmente están ampliando el acceso a una variedad de diferentes tipos de reuniones, los pastores pueden reanudar ahora los eventos no litúrgicos que consideren apropiados para sus comunidades, teniendo debidamente en cuenta las direcciones específicas relativas a las restricciones de capacidad y de distanciamiento social indicados por las autoridades cívicas. Pido a las parroquias que prosigan sus prácticas de lavado de manos, uso de cubrebocas y otras modificaciones de la liturgia que se han puesto en lugar para minimizar el riesgo. Si es posible mantener el distanciamiento social, los pastores pueden considerar comenzar a ampliar la asistencia a las Misas más allá de la restricción de capacidad anterior del 50%.
Como les he asegurado durante todo este tiempo, por favor sepan de mi sincero amor y preocupación por todos ustedes y sus familias. Mis pensamientos y oraciones están con ustedes. Oremos juntos para que este tiempo de renovado optimismo por el fin de este tiempo de crisis llegue pronto su fin, por el poder del amoroso cuidado y la providencia de Dios.
Sinceramente suyo en Cristo,
Reverendísimo J. Mark Spalding, D.D., J.C.L.
Obispo de Nashville